Día 6.- Domingo 8 de Agosto

Visita sitios Uxmal, Kabah, Labna y grutas de Loltun.

CUEVA DE LOLTÚN

Loltún etimológicamente proviene de las voces Lol "flor" y Tun "piedra", quiere decir en lengua maya yucateco "flor de piedra". En la actualidad las grutas de Loltún son el sitio arqueológico que contiene la más amplia secuencia cronológica en el norte de la península de Yucatán.
  Las grutas se ubican a 110 kilómetros al sur de la ciudad de Mérida, Yucatán; su acceso es por la carretera federal número 180 que se dirige a Campeche por la vía larga. Las grutas de Loltún están en la región Puuc, a 119 kilómetros por las carreteras 180 y 261, con desviación vía Sayil y Labná, o a 110 kilómetros por las carreteras 261 y 184, con desviación en Oxkutzcab.  
Historia del sitio Por medio del análisis de los materiales cerámicos, líticos y óseos, se sabe que los primeros cubren un periodo que va desde el año 1000 antes de Cristo, hasta el año 1250 después de Cristo. Los artefactos líticos, que pertenecen al periodo precerámico, han sido fechados entre el 9000 y 3000 antes de Cristo, y constituyen la primera evidencia del hombre nómada en la península de Yucatán. Los materiales óseos de fauna pleistocénica fueron identificados por el estudio paleontológico, que señala la existencia de animales como mastodontes, bisontes, camellos, caballos pleistocénicos, y gran variedad de mamíferos, que después se extinguieron.  
  El desarrollo tecnológico más importante lo constituye la industria lítica, proveedora de instrumentos y artefactos relacionada a la caza y la preparación de alimentos. La domesticación de ciertas plantas originó la agricultura, el hombre se volvió sedentario; al mismo tiempo surgió la cerámica de Loltún, en los años finales del Preclásico Inferior (3000-1000 antes de Cristo) o inicios del Preclásico Medio (1000-400 antes de Cristo) alrededor del año 1000 antes de Cristo.  
  En el Preclásico Superior (400 antes de Cristo - 300 después de Cristo), Loltún se caracterizó por la presencia de dos nuevos elementos: la arquitectura y la escultura, que son evidentes en las construcciones de plataformas habitacionales halladas dentro de los abrigos rocosos o cerca de las entradas.  
  Para el periodo Clásico (300-1000 después de Cristo), las grutas de Loltún dejan de funcionar como lugar de habitación permanente, para convertirse en fuente de apropiación de agua principalmente. Del Clásico Temprano (300-600 después de Cristo) se obtuvo cerámica policroma (roja y negra sobre naranja) de cántaros llamados tipo Chaac, destinados al acarreo del agua. Durante el Clásico Tardío (600-1000 antes de Cristo), se hizo muy generalizada la actividad de recurrir a las cuevas por agua, así lo indica la presencia de la cerámica llamada Pizarra Puuc, que se localiza en todos los interiores de las grutas de Loltún. Las formas dominantes son dos: los cántaros y apaxtles; los primeros sirven para el acarreo del agua, y los segundos son vasijas abiertas destinadas a contenerla.  
  Después del Clásico Tardío, los materiales cerámicos son muy escasos, pero existe cerámica Pizarra tipo Chichén Itzá y cerámica tipo Mayapán; la primera fechada para el Posclásico Temprano (1000-1250 después de Cristo), y la otra para el Posclásico Tardío (1250-1500 después de Cristo). Otros materiales arqueológicos son las pinturas murales (parietales) y los petroglifos. Hasta el momento se han registrado en la gruta 145 pinturas y 62 petroglifos. Además, se encontraron barricadas construidas por rebeldes mayas que se refugiaron en varias grutas de la región durante el conflicto que pasó a la historia con el nombre de la “Guerra de
Castas”.
 
LA VISITA: La visita a estas grutas es una experiencia única. El paseo cubre una distancia de más de 700 metros de impresionantes formaciones pétreas.  
  En la galería principal está el llamado Cuarto de las columnatas musicales, las cuales, al ser golpeadas con la mano, producen sonidos. También hay una enorme bóveda conocida como la Catedral.  
  Durante el recorrido se ven coloridos juegos de luces y sombras, producidos por el paso de los rayos del Sol a través de varias cavidades.  
EL GUERRERO DE LOLTÚN: En la entrada Nahkab (colmena), da la bienvenida a los visitantes un bajorrelieve conocido como "El guerrero de Lol Tun", con rasgos olmecas. Una vez en el interior, a lo largo del recorrido de dos kilómetros se observan pinturas de manos, rostros, animales, grecas e inscripciones.  
  También se pueden ver "haltunes" o recipientes artificiales tallados en la roca para colectar el agua, que escurre naturalmente, y diversos petroglifos, entre los que destacan los motivos de flores, de los que toma su nombre el lugar.  
  Desde el comienzo del recorrido los visitantes pueden admirar formaciones de travertino que, por sus sugestivas y caprichosas
formas, se han bautizado con nombres peculiares, como "La catedral", "La cabeza", "El gran cañón", "La mazorca de maíz",
"Infante", "Pinturas", "Manos negras", "El cuarto de las estalactitas" y "Trincheras".
 
  Entre esas últimas destaca una serie de columnas que al golpearlas producen sonidos de diferentes tonos. Las grutas también resguardan una cabeza, que de 1959 a 1960 se exhibió en el Museo de Antropología y que regresó al lugar en 1981.  
 

La unidad de servicios turísticos de Loltún brinda todas las facilidades para realizar una cómoda visita a las grutas ya que cuenta con estacionamiento, parques y jardines, sanitarios y restaurantes. Además, se ofrecen servicios de guías de turistas para el turismo nacional e internacional. Este sitio ha sido acondicionado de tal forma que los visitantes puedan realizar con seguridad un recorrido de aproximadamente un kilómetro en su interior, durante el cual pueden conocer algo de la historia natural y cultural del área maya del Norte, en un período que abarca más de 10,000 años